Adiós al basural

Juntamos firmas, presentamos petitorios, dimos nuestras razones, fuimos escuchados. En el medio pasaron muchas cosas, hubo gente que nos entendió, gente que prefirió ver algo mas brutal: La indigencia, un manto que sobre otras situaciones a veces ensombrece los propósitos más sensatos. Sin dudas, posición válida pero inoperante: Un basural en medio de la ciudad, gente trabajando en condiciones precarias, incineración de residuos, evidente contaminación de tierra y aire. Los medios inauguraron el tema desde la triste división binaria: vecinos de caballito vs. cartoneros. Aquí no se trató de enfrentamientos, por lo menos de nuestro lado: se trató quizas de un llamado de atención por el reclamo de una forma de convivencia más digna y de defender los derechos de todos: el de vivir en un ambiente sano, tal como lo prevee nuestra Constitución Nacional. Hubo momentos difíciles, muchas reuniones, varios meses mediante, el basural fue retirado según lo prometido. A dos semanas, la incineración de residuos parecen no continuar (), una placita está en marcha y desde este blog podemos sentirnos satisfechos. No entraremos en temas políticos, los que lamentablemente, parecen estar mezclandose con otra parte polémica: la del asentamiento en cuestión. Esperamos, que de concretarse el desalojo, también además de un subsidio, respeten el ciclo escolar de los chicos, pero que también intervengan por aquellos que vimos aspirando poxi-ran durante muchos meses cerca del puente. Cambiar la realidad social necesita de la presencia y la constancia del día a día. Esperamos también, de surgir algún problema futuro, dejen de salir voces menospreciando a los del bando contrario y cuestiones políticas de por medio, porque desde la división y desde la politización de estos temas, no vislumbramos soluciones palpables. Seguiremos atentos a lo que sucede en los próximos meses: Finalmente agradecer, a los que en mayor o menor medidas brindaron su apoyo. Valió la pena.