Es de aquí nomás, de los terrenos ferroviarios usurpados. Su origen: la quema
de basura.Un olor acre, a productos químicos en combustión inunda las casas y departamentos de Caballito. Un olor que no necesita de un análisis demasiado
elaborado, para determinar su alto grado de contaminación.
Y el vecino de Caballito, ese que optó por vivir en el centro de la ciudad, en un
supuesto oasis de civilización urbana; se ve trasladado, por la espesa humareda, a una lejana y desaparecida “quema” del Bajo Flores de los ’50.
Ofende el olfato, cierra la garganta, irrita los ojos; pero sobre todo hace dudar de la determinación de vivir en un barrio donde el metro cubierto tiene un valor de u$s 1.500,-, y hay que compartirlo con vecinos que usurpan tierras, instalan basurales, no pagan impuestos, proceden a quemar poliuretano, vinilo, nylon, y poliéster a
cielo abierto. Esto sería suficiente justificativo para multar y clausurar cualquier industria, y ante la reiteración de la contaminación, proceder a su cierre definitivo o sea a su expulsión y desalojo.
Pero, ¿qué multas, clausuras o desalojos se pueden aplicar a quienes gozan de la
aquiescencia gubernamental y son funcionales a los políticos?
Protección de un gobierno que en lugar de generar puestos de trabajo dignos, donde se brinde cobertura social y se asegure el cumplimiento de leyes tales como la de Educación, que obliga a la asistencia obligatoria hasta el tercer año secundario,
o la que prohíbe el trabajo infantil, o la que establece la obligatoriedad de inscribirse en la AFIP, ya sea como empleado o monotributista.
Ese Estado es el que mantiene a los cartoneros con permisividades o subsidios, con el estadístico fin de incluirlos como “plenamente ocupados” y así mentir un escueto 7% de desocupación (menor a la de España).
Cualquier queja o crítica a quienes provocan la suciedad de las calles, la contaminación del aire o usurpan tierras, tiene asegurada el mote de “facho”, o al menos de “insensible”.
Así se ha formado en el barrio una “mayoría silenciosa”, que por temor a ser etiquetados de ultraderechistas, no suelen expresar, más que en voz baja y ante conocidos, su desaprobación hacia los cartoneros.
Horizonte realizó una encuesta entre los
vecinos, reservando la identidad a pedido de los
encuestados, para medir el grado de aceptación
hacia los cartoneros.
ENCUESTA
Sitios donde se realizó:
- Parque Rivadavia
- Acoyte y Rivadavia
- Plaza Primera Junta
- Paso a nivel de Federico García Lorca
- Paso a nivel de Rojas
Se encuestó a 700 personas, de las
que 512 resultaron ser vecinos del barrio
de Caballito.
Las preguntas fueron:
1.- ¿Es vecino de Caballito?
2.-¿Está de acuerdo con el asentamiento
de los cartoneros en el barrio de
Caballito?
El resultado fue el siguiente:
1.- Por sí: 512
Por no: 188
2.- Por si: 18 (3,5 %)
Por no: 451 (88 %)
No sabe. No contesta: 43 (8,5 %)
fotos: www.caballitoverde.blogspot.com
Quizá los 451 “NO” no sean expresados más
que en voz baja, pero es un susurro al que
debiera prestar atención el gobierno; ya sea el
Nacional o el de la Ciudad. No sea que el susurro
se haga alarido dentro de las urnas en futuras
elecciones.

1 comentario:
Además de la quema es increíble como aumento la inseguridad en el barrio desde que está este asentamiento. La zona esta totalmente liberada.
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